"en la ciudad de Sylvia", Guerin, los críticos y el cine
Ayer me metí en un cine a ver la últimna pelicula de Guerin, con precauciones mentales por lo que había leido "En la ciudad de Sylvia es, en definitiva, la obra de un poeta sin imposturas, con un control absoluto -y ajeno a intoxicaciones coyunturales- del lenguaje cinematográfico. Supongo, no obstante, que es legítimo no compartir su visión adolescente de la vida, apoyada en alguna que otra monserga: para José Luis Guerín, detrás de cada mujer se esconde un misterio.
No estaría de más que alguien le contara que, en ocasiones, más que un misterio lo que se esconde es una neurótica, una pesada o una víbora. No hay nada en la forma y escritura de Guerín que no le parezca a este crítico poco menos que irreprochable: el contenido es otra cosa". JC en el Pais de ayer, supongo que es Jordi Costa
fijate en los calificativos que usa: monserga, o en esa frase "más que un misterio lo que se esconde es una neurótica, una pesada o una víbora". Ella si que es una víbora viperina. A mi, pobrecito lector, que he gastado un euro en comprar su periódico, que me importan sus neurosis con las mujeres y que no salgan reflejadas en determinadas películas...en fin con estas muestras de intoleracia, uno ha veces tiene nostalgia de la censura pero al reves.
pues si la película es una gozada de sensibilidad extrema de simplicidad,( apenas hay historia ) de belleza formal y de lo otro(fondo) de sabiduría cinematográfica (¿cómo se puede ordenar, una terraza de un cafe de verano con tantas historias apuntadas, con ese aire de verdad, de documento imposible, ajustándose a los pensamientos del protagonista, sin decaer ni un momento?
Algunos planos los colgaría en una sala de museo:
las mujeres que se cruzan lentamente al otro lado de la parada la chica un poco bebida que baila en la barra de la disco la espalda de la chica de larga melena rubia abandonada al aire de los tranvias que pasan
y podríamos luego relacionar un plano con otro y aumenta la intensidad sensual
o/y ademas disfrutar de los silencios, sonidos, o música que aparecen como reales pero se ajustan como un calcetín a la trama
y ya cuando hacia la mitad de la peli se deciden a hablar nos ofrecen un dialogo de lo mas tenso, emotivo y tierno que he visto en mucho tiempo en una pantalla de cine.
Alegrémonos pues de que exista un cineasta, tan exigente, extremo y capacitado como Guerin
(observa en el clip alguno de los hallazgos de la película: cómo vamos descubriendo por primera vez a la supuesta Sylvia (Pilar López de Ayala) tras un cristal oscuro cómo ha puesto la música en esta secuencia)