...cuando se hace público puede llegar a deformarse de una forma monstruosa...

"Eso es lo que tiene no respetar el carácter íntimo de la intimidad, la necesaria privacidad de lo privado. Si uno airea aquello que pertenece al ámbito más reservado y personal, la realidad se deforma de manera grotesca, de la misma manera que una gota de agua limpia y transparente desvela un inaguantable hervor de paramecios y bicharracos ciliados si te pones a escudriñarla bajo el microscopio. Todos guardamos en nuestro coleto pensamientos y actos indecibles que no querríamos que otros conocieran y que, de hacerse públicos, serían probablemente malentendidos. En la hermosísima novela El Mar, de John Banville (Anagrama), una mujer agonizante habla a su marido de los momentos en que se han odiado el uno al otro. Y es que entre ellos también ha habido odio, pese a que han vivido una historia de amor profunda y tierna. Así de complicados somos en nuestra más recóndita intimidad, así de confusos. La vida personal es un secreto tan secreto que ni siquiera nosotros mismos tenemos del todo claro lo que llevamos dentro."
Las madres verdaderas no levitan, de Rosa Montero
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el dominical del Paiso
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Christian NorthestEtiquetas: visto por ahí